lunes, 1 de octubre de 2012

AL RESCATE DE LA CAPITANA, LA REVOLUCIONARIA ARGENTINA QUE PELEÓ EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

Título: La Capitana.
Autora: Elsa Osorio.
Editorial Siruela
Madrid 2012.
ISBN: 978-84-9841-639-8
288 páginas
PVP: 9,95 €

Elsa Osorio habla de su libro Mika, que cuenta la historia de Micaela Feldman, quien comandó una columna del Partido Obrero de Unificación Marxista en la lucha contra el franquismo. “Quería honrar su vida”, le dijo a Ñ digital en París, en el Festival América, donde presentó la edición francesa.

Hay libros que nacen de encuentros, de historias que el autor escucha o le cuentan como un regalo. Así sucedió hace ya más de veinticinco años con Mika, (Seix Barral) el último libro de Elsa Osorio, que acaba de publicar su edición francesa. Estaba Osorio en la casa de la librera Natu Poblet, en uno de esos encuentros dominicales, en un día de otoño porteño con los escritores Juan José Hernández (1931-2007) y su compañero Pepe Bianco (1908-1986), figura legendaria de la revista Sur. Entonces Hernández ratificó lo que hasta ese momento parecía ficción: “Mika vive en París, la conocimos, fue amiga de Alfonsina Storni  y lo ayudo a Julio Cortázar a instalarse en Francia”.

Elsa Osorio no se imaginaba que esa historia la perseguiría durante un cuarto de siglo. Pero supo pronto que tenía enfrente una vida de novela. Desde entonces, no pasó un viaje sin investigar, entrevistar y caminar tras los pasos de Micaela Feldman Etchebéhère, la revolucionaria argentina que nació en 1902 en Moises Ville, una colonia santafesina fundada por los judíos que huían de Pogroms en Europa del Este.

Combatiendo con  su marido Hipólito Etchebéhère, participó de las grandes batallas del siglo pasado. Después de un gran viaje por la Patagonia, juntos se mudaron en los años 30 a París. “Llegaron a París para formarse, con la idea de que el militante tiene que saber para hacer un mundo mejor”, revela Osorio. Desde alli, asistieron, impotentes al ascenso del nazismo en el Berlín de 1933 y, lógicamente, siguieron rumbo a España, la antesala de la Segunda Guerra.

Alli, Mika fue la única mujer que estuvo al frente de un batallón republicano en la Guerra Civil Española con el rango de Capitán en las tropas del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista). La Capitana, es el título del libro en España y en Francia (Siruela, Métailié), y Mika el de la edición Argentina. Ella es el corazón de esta historia.

“Los errores históricos no se le perdonan a un escritor”, dice Osorio,  insistiendo en que la suya es una novela. Pero también es la historia de la única argentina antifascista que peleó en la Guerra Civil Española. Osorio escribe y le da a la Capitana el lugar que tiene en la historia. “Quería honrar su vida, no crear un personaje de ficción”.

En paralelo, la autora pone en situación a personajes bien reales para acompañar la vida de Mika. Es el caso del joven músico Guillermo Núñez a través de esa gran amistad que nace de un exilio a otro en 1977 en Périgny, pequeño pueblo de artistas a 25 kilómetros al Sur-Este de París donde Mika ya grande lo sorprende hablando de Spinetta. O de Conchita Arduendo, la  portera española de la Place Saint-Sulpice que ayudará a  Mika por pedido de André Breton. “El se lo pide, y le cuenta que fue capitana en la Guerra Civil, con el tiempo ambas quedan muy ligadas”, recuerda Osorio. Será Arduendo quien acompañe los restos de Mika al cementerio en 1992.

La historia viene y va de la Argentina a la Europa trágica de la Segunda Guerra mundial. Con ideas revolucionarias que fecundan a Mica y a Hipólito al principio de sus vidas. Y luego París, que para Mika fue una elección, un refugio y un cambio de lengua, más tarde el fracaso en España, las guerras.  ” Tuvo que huir de la Segunda Guerra, y se fue a la Argentina, pero luego vuelve a París”, recorre Osorio, que chocó con las dificultades para entender y explicar los vaivenes y diferencias políticas que minaron a los revolucionarios que pelearon por la república en España.

“Es difícil decir si Mika fue trotskista, anarquista o comunista. Fue todo y nada, pero no seguía un dogma y quizá por eso no es reivindicada por ninguno de estos movimientos”, dice Osorio, que siempre se preguntó por qué una mujer que hizo lo que Mika hizo, no era más conocida. Quizá la novela cambie ese destino, quizá no. Osorio la rescató. La Capitana tiene quien le escriba.

Fuente: Revista Ñ

1 comentario:

Fuetimate dijo...

Muy interesante!
Te felicito por el blog, muy completo y variado
Fuet-i-Mate