viernes, 3 de junio de 2011

"ROQUE DALTON. EL POETA INSURGENTE"



No faltan a la verdad quienes otorgaron al revolucionario e intelectual salvadoreño y latinoamericano Roque Dalton el calificativo de poeta insurgente.

Revolucionario desde la adolescencia por el apremio de las circunstancias en que vivió, era aún muy joven cuando se alzó con todos los atributos que corresponden a un intelectual latinoamericano imbuido por el anhelo de poner hasta su arte al servicio de la justicia social, tal como otros grandes de la cultura del subcontinente.

Mientras coordinaba el modo de aglutinar a los jóvenes en torno a la literatura y a las ideas de lucha transformadora que le embargaban, el joven cantor participaba activamente en diversos movimientos contestatarios que comenzaban a organizarse en algunos países latinoamericanos hasta integrarse al salvadoreño Ejército Revolucionario del Pueblo, en cuyas filas fuera asesinado el 10 de mayo de 1975, cuando aún no había cumplido 40 años.

Fiel a su condición de intelectual, Dalton continuó haciendo poesía entre persecuciones, exilios y prisiones. Tanto puso de sí en sus composiciones que, con apenas 21 años, ganó el Premio Centroamericano de Poesía, otorgado por la Universidad de El Salvador, galardón que recibió en otras dos ocasiones, hasta que, en 1969, obtuviera el Premio Casa de las Américas con el poemario "Taberna y otros Lugares", el mejor de sus libros para muchos entendidos.

No menos valiosa fue su prosa de fogosa probidad, entre las que destacan varios libros publicados en Cuba, cuyos títulos hablan por si mismos: César Vallejo (1963); El Salvador. Monografía (1965); ¿Revolución en la Revolución? y la crítica del derecho (1970) y Miguel Mármol: los sucesos de 1932 en El Salvador (publicado post mortem, en 1983).

No es de extrañar que el triunfo de la Revolución cubana el 1º de Enero de 1959 despertara el interés y la solidaridad activa del poeta. Cuba se convirtió en refugio temporal seguro y actuante para él, a tiempo que lo movilizaba a ofrecerle su activo respaldo cotidiano. Ello motivó que, como en muchos otros acontecimientos, acompañara a los cubanos en la histórica conmemoración del segundo aniversario del triunfo revolucionario, efectuada el 2 de enero de 1961 en la actual Plaza de la Revolución José Martí, y que en aquella fecha aún se denominaba Plaza Cívica.

Roque Dalton expresó lo visto y lo vivido en aquella jornada memorable a través de un muy singular poema que quizás no se recoja en sus antologías. En él se hizo sentir como parte de este pueblo y vale que hoy se reproduzca a fin de que se integre a las muchas razones que motivan los tantos homenajes de admiración y de respeto que se le están tributando por estos días, al cumplirse en el florido mes de mayo 76 años de su nacimiento y 36 de su muerte:

El mar del pueblo

Plaza Cívica de la Habana, 2 de enero de 1961...

Ahí estábamos todos.

Los heridos del hambre con el hambre en los ojos.

Los acostumbrados a las lágrimas.

Los diariamente señalados por el dedo del odio.

Ahí estábamos todos.

Los empecinados amantes de la esperanza.

Los tenaces guardaespaldas del amor.

Los cómplices de la ternura.

Ahí estábamos todos.

Junto a un mar

más inmenso y más vivo que toda el agua junta.

Ahí estábamos todos.

Y el mar

nos tendía su mano victoriosa,

su sonido sin límites.

Victorioso en la víspera del fuego

su armado corazón que nos defiende, desfilaba...

A 50 años de aquella conmemoración y de este, su poema, es bueno confirmar a Roque Dalton que sus mejores sueños de equidad no sólo se realizan, sino se multiplican; que ese mar de pueblo sigue entero y desafiante; que para celebrar el 50 aniversario de aquel poema seguimos estando todos –todos los buenos, los fieles, los luchadores esperanzados y comprometidos con el futuro, por supuesto-- y que ya no estamos solos, un montón de pueblos al sur del Río Bravo se abre paso en el camino que también despejó su sangre generosa.

Fuente: Angelina Rojas Blaquier (Cubarte)

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