jueves, 17 de marzo de 2011

LA BELLEZA MÚLTIPLE DE PICASSO PUEDE VISITARSE EN MÁLAGA


Hasta el 12 de junio puede visitarse Picasso. La belleza múltiple que consta de 53 grabados realizados entre 1904 y 1971

La Sala de Exposiciones de la Fundación Picasso-Museo Casa Natal en la Plaza de la Merced, 13 acoge la exposición “Picasso: La belleza múltiple” en la que se recorren las diversas concepciones de la belleza en la obra gráfica del artista malagueño.

La exposición, que consta de 53 grabados de Picasso a lo largo de diez secciones, muestra un recorrido por las diversas concepciones de la idea de belleza en la obra gráfica de Picasso. Las creaciones abarcan desde 1904 hasta 1971. Esta selección recoge, además, las diversas técnicas y etapas de la producción gráfica de Picasso. Es una exposición de producción propia que alcanzó un resonante éxito al mostrarse por primera vez en la ciudad mexicana de Mérida y que ha sido también vista en Tenerife y Las Palmas.

Esta exposición está articulada en diez secciones. Cada una de ellas la forman, dependiendo de los casos, cuatro o cinco obras.

1. El ideal clásico:
Formado en el academicismo de raíces clásicas de finales del siglo XIX, Picasso encontró en el mundo grecolatino un repertorio de imágenes que servirían de armazón a partir del cual derivar sus propuestas plásticas. De esta manera es el clasicismo, rico en desnudos y en propuestas vitalistas, en líneas sinuosas y en el respeto a las proporciones, el ideal de belleza que tendrá una mayor perdurabilidad en Picasso.

2. El resurgimiento clásico
Al igual que sucedió con la recuperación de las formas y modelos de la antigüedad clásica en el Renacimiento, Picasso también las sometería a revisión desde este nuevo punto de vista. Así sucede con los retratos de mujeres de perfil que apuntan incluso influencia del Manierismo italiano y, desde una perspectiva más atenta a los detalles, la anécdota y los elementos decorativos, con su serie de “La partida del caballero” que remite a los desfiles triunfales de los murales italianos.

3. El espejo ajeno
Fue en la segunda mitad de su vida cuando Picasso se vio capaz de reinterpretar a los artistas del pasado que más estimulaban su curiosidad. Desde el Renacimiento hasta el siglo XIX, fueron diversos autores los que supusieron para él un reto estético. Entre todos ellos, en su obra gráfica fue Lucas Cranach el referente preferido por su equilibrio entre erotismo y riqueza visual tal como en esta exposición se muestra.

4. Barroco: horror vacui
El interés por el equilibrio del clasicismo fue sustituido por el dinamismo turbulento del Barroco, por su propensión a llenar las escenas de elementos que ocuparan toda la escena. También en Picasso se dio esa tendencia, que se iría afirmando de forma muy especial en la última década de su vida. Ejemplos de esta tendencia, con figuras que flotan en posturas forzadas, con el abigarramiento de personajes, son las ilustraciones, para su libro “Le cocu magnifique” (1968).

5. La belleza burguesa
En un regreso a sus orígenes, a la sociedad de la que surgió, Picasso, hijo de un pintor de escaso éxito pero de muy cuidado aspecto, reaparece en la década de 1950 con una galería de figuras que recoge los atuendos y poses de la burguesía decimonónica. En esta labor de evocación se incluyen diversas litografías en las que retrata imaginadas familias así como a Leon Tolstoy que realizó en 1956 para ilustrar la novela “Guerra y paz” y que constituye un encubierto y elocuente homenaje a la figura paterna.

6. Melancolías
La Fundación Picasso es depositaria de la “Suite de los saltimbanquis”, conjunto de grabados realizados por Picasso en el periodo 1904-1906 en el tránsito entre sus etapas azul y rosa. Estas imágenes, de raigambre simbolista, rinden culto a un ideal de belleza que es eco del “mal del siglo”, la melancolía considerada como un atributo de la belleza. Se incluyen en esta sección 4 de los 15 grabados que constituyen esta cumbre de la obra gráfica picassiana. Adquirida por la Fundación Málaga y depositada en la Fundación Pablo Ruiz Picasso, el valor de esta colección, que se conserva completa en escasas instituciones y museos, radica en el hecho de que fue realizada entre el verano de 1904 a 1905, en el momento de transición entre las épocas azul y rosa de Picasso. Combina, con una altísima calidad técnica, los temas y figuras de ambas épocas. Así, se demuestra que desde sus inicios como grabador el artista malagueño era un indiscutible maestro. En la exposición se incluye un grabado de la suite, “El almuerzo frugal”, que constituye una de las mejores obras de la época azul, una imagen mundialmente conocida y codiciada por los mejores museos internacionales, algunos de los cuales incluyen estas piezas en su colección permanente. Con una poética de la pobreza y una óptica compasiva, es una imagen de universal fama.

7. La belleza convulsa
En 1934, André Breton, creador e ideólogo supremo del Surrealismo, titulaba un artículo con la categórica afirmación de que “La belleza será convulsa o no será”, con lo que introducía el término preciso para dictaminar lo que era belleza para los surrealistas. Picasso, reconocido por los seguidores de Breton como el principal pionero de la nueva estética, cultivó profusamente la convulsión, la distorsión, como elementos principales de su obra surrealista. Esta sección recoge elocuentes ejemplos del convulso surrealismo picassiano.

8. La belleza mixta
Artista inquieto e inconforme, Picasso no se ciñó de forma perenne a ninguna formulación estética. Así, no es inusual encontrar en él, como se muestra en esta sección, escenas en las que une formulaciones clásicas con otras surreales, en una combinación en las que la calma figurativa y tradicional se armoniza con las tensiones de las formas en distorsión, proponiendo una síntesis muy personal de tradición y vanguardia.

9. Belleza y verdad
El poeta romántico inglés John Keats, condensado discusiones de siglos acerca de la belleza, formuló taxativo su propia conclusión: “La belleza es verdad, la verdad es belleza: eso es cuanto sabemos -y debemos saber- sobre la tierra”. Esta afirmación se hace especialmente visible, en Picasso, en las escenas de familia, en las que retrata, con intensidad y veracidad, a sus hijos y compañeras. Estas imágenes intimistas son las que protagonizan esta sección.

10. La belleza inmóvil
Menos conocida es la representación de temas inmóviles en la obra de Picasso, que por sus características ofrecen más posibilidades de un tratamiento geométrico, heredero del cubismo, que se plasma en visiones de paisajes, bodegones y naturalezas muertas.

Más información: http://fundacionpicasso.malaga.eu/opencms/opencms/fundacionpicasso/portal_es/menu/submenus/seccion0002/secciones/actividad/actividad?id=25087


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