viernes, 10 de septiembre de 2010

"LA ESCALERA (SEGUNDO ESTADO)", DEL PINTOR COMUNISTA FERNAND LÉGER


La escalera (Segundo estado)
Fecha: 1914
Técnica: Óleo sobre lienzo.
Medidas: 88 x 124,5 cm
Úbicacion: Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid


Si Picasso y Braque fueron quienes inventaron un nuevo leguaje plástico que rompió con toda la pintura anterior, Léger fue quien adaptó el nuevo estilo artístico a la modernidad. Léger se propuso capturar los contrastes de la vida moderna a través de los contrastes pictóricos, e intentó encontrar una nueva belleza en el mundo moderno al compaginar el cubismo con el uso del color.

Llevó a la práctica este planteamiento estético en la serie que denominó Contraste de formas, de 1913 y 1914, que marca el punto más álgido de su carrera durante el período anterior a la Gran Guerra. En esa serie, a pesar de tener un lenguaje cercano a la abstracción, se detecta la intención de representar una figura humana deshumanizada y mecanizada, que se funde con su fragmentado entorno, que no es otro que el mundo de la máquina y de la tecnología. En contra de la planitud propia del cubismo más ortodoxo, Léger intentó dotar a sus objetos de un sentido de volumen físico: "Opongo las curvas a las rectas, superficies lisas a formas modeladas". Esto le llevó a utilizar unas formas tubulares, con planos cóncavos y convexos y ritmos mecánicos, construidas a base de contrastes de colores puros.

Christopher Green (1995) hace referencia a una carta de Léger fechada en Normandía en julio de 1914 en la que menciona un grupo de obras tituladas La escalera, derivadas de sus investigaciones abstractas de contrastes de formas y colores. En el catálogo razonado del artista de Georges Bauquier (1990) aparecen recogidas, además de La escalera del Museo Thyssen-Bornemisza, otras cinco obras con el mismo título hoy en la Kunsthaus de Zúrich, en el Kunstmuseum de Basilea, el Moderna Museet de Estocolmo, el Kunstmuseum de Winterthur y en The Museum of Modern Art de Nueva York.

En La escalera del Museo Thyssen-Bornemisza, que lleva el subtítulo de Segundo estado, un grupo de figuras deshumanizadas, construidas a base de formas cilíndricas, están bajando hacia el espectador por una escalera de la que podemos claramente discernir la barandilla en escorzo y unos cuantos escalones amarillos a la derecha de la composición. Las formas tubulares, que delimitan las líneas negras de los contornos, adquieren volumen gracias a unos cuantos toques de rojo, azul y amarillo que sólo cubren la superficie parcialmente dejando a la vista el resto de la tela. La profundidad se consigue a través de la superposición de planos y formas y, aunque no hay una fuente de luz definida, Léger utiliza algunas pinceladas de blanco para resaltar determinadas zonas y aumentar la tridimensionalidad de las formas cilíndricas.

El movimiento, que se crea a través de la rotación que parecen tener las distintas piezas articuladas de las figuras y por el avance de éstas hacia el espectador, pone a Léger en relación con otros pintores contemporáneos interesados en representar escenas en movimiento. Con su amigo Robert Delaunay, con Marcel Duchamp -cuyo Desnudo bajando la escalera, de 1911, fue expuesto en el Salón de la Section d'Or de 1912- o con los futuristas italianos, Léger comparte un mismo interés por la captación de la mecanización y la velocidad de la vida moderna.

Por último, la representación del contraste, la fragmentación y la simultaneidad de la ciudad moderna que reflejó Léger en su obra, no puede dejar de relacionarse con la exaltación de la ciudad moderna y la representación del yo fragmentado en el espacio y en el tiempo, presente en la poesía de Guillaume Apollinaire. Su noción de simultaneísmo a la que se refiere el propio título de la serie, Contraste de formas, es la misma que Apollinaire propone para su propia poesía a partir de 1912. Su poema Zone, de 1912, traduce su propia experiencia de la ciudad moderna y ofrece un calidoscopio de imágenes a través de nuevos procedimientos poéticos, como el verso libre y la estética de la simultaneidad y la fragmentación.

Paloma Alarcó

Biografía de Fernand Léger

Fernand Léger fue uno de los principales protagonistas de la vanguardia parisiense de la primera mitad del siglo XX.

Se formó como arquitecto en Caen, y en 1900 se trasladó a París, donde trabajó como dibujante de arquitectura y acudió a las academias de pintura de Gérôme y de Gabriel Ferrier. La fuerte impresión que le produjo la retrospectiva de Cézanne de 1907 le hizo abandonar el impresionismo de sus primeras obras y sumergirse en el lenguaje de la vanguardia. Se relacionó con los pintores cubistas, con Apollinaire, y en 1910 entró a formar parte de los artistas de la galería de Daniel-Henry Kahnweiler. Sus primeras obras dentro de la órbita cubista tuvieron un componente figurativo, que evolucionó a partir de su serie Contrastes de formas, de 1913, hacia planteamientos más abstractos. Estuvo vinculado al grupo de Puteaux, un círculo de artistas entre los que se encontraban los hermanos Marcel Duchamp, Raymond Duchamp-Villon y Jacques Villon que, bajo la influencia de las teorías del filósofo Henri Bergson, estaban interesados por la analogía entre el arte, las matemáticas y la música. Léger expuso con ellos en los salones de la Section d’Or. También estuvo en contacto con la vanguardia rusa y con los futuristas italianos, y mantuvo una estrecha relación con el pintor Robert Delaunay.

Durante la Primera Guerra Mundial fue movilizado y acabó ingresado en un hospital.

Posteriormente, durante el periodo de entreguerras su obra acusó la influencia de los preceptos de la revista L’Esprit Nouveau, fundada por el arquitecto Le Corbusier, que defendía la estética de la máquina, dando comienzo a su «periodo maquinista», en el que reflejaba su fascinación por el paisaje urbano de París. Su obra Composición con tres figuras, de 1932 (París, Centre Pompidou- Musée national d’art moderne), marcó el inicio de su interés por la figura humana y su personal acercamiento al clasicismo, siguiendo la tendencia generalizada de «vuelta al orden». Durante la Segunda Guerra Mundial se exilió en Estados Unidos, donde trabajó como profesor en diversas universidades. A su regreso a París, se afilió al Partido Comunista y hasta el final de su vida llevó a cabo una prolífica actividad creadora. Realizó numerosas pinturas murales y se interesó por las vidrieras, los mosaicos y los tapices.

Fuente: Museo Thyssen

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