lunes, 2 de marzo de 2009

35 ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE SALVADOR PUIG ANTICH


EL CANTAUTOR LLUIS LLACH LE DEDICÓ UNA CANCIÓN APENAS UN MES DESPÚES DE SU MUERTE. POSTERIORMENTE FUE B.S.O. DE LA PELÍCULA "SALVADOR"

Salvador Puig Antich (Barcelona, 30 de mayo de 1948 - 2 de marzo de 1974) fue un anarquista catalán, activo durante los años sesenta y principios de los setenta. Murió ejecutado por el régimen franquista tras ser juzgado por un Tribunal Militar y condenado como culpable de la muerte del subinspector de 23 años Francisco Anguas Barragán en Barcelona.

Los episodios del mayo francés de 1968 fueron decisivos para que Puig Antich decidiera lanzarse a la lucha. Su primera militancia fue en las Comisiones Obreras y formó parte de la Comisión de Estudiantes del Instituto Maragall. Ideológicamente pronto evolucionó hacia posiciones anarquistas, que rechazaban cualquier tipo de dirigismo y jerarquía dentro de las organizaciones políticas y sindicales en la lucha de la clase obrera hacia su emancipación. Después de iniciar estudios universitarios de Ciencias Económicas y abandonar para que no le gustaba el carácter ultramatematicista, hizo el servicio militar en Ibiza donde fue destinado a la enfermería del cuartel. Una vez licenciado, se incorporó a la nueva organización MIL, integrándose en la rama armada. Participó, haciendo de chófer, en las acciones del grupo, que consistían generalmente en realizar atracos a bancos. El botín se destinaba a potenciar las publicaciones clandestinas del grupo y a ayudar a los huelguistas y los obreros detenidos.

Puig Antich y sus compañeros se movían con facilidad en el mundo de la lucha clandestina y viajaban a menudo al sur de Francia, donde se relacionaban con viejos militantes cenetistas.

En agosto de 1973, se reunieron en Francia para celebrar el Congreso de Autodissolució del MIL. El mes siguiente, tras el atraco a una oficina de La Caixa en Bellver de Cerdanya, comenzó una fuerte ofensiva policial contra los militantes del MIL.

Primero cayeron Oriol Solé Sugranyes y Josep Lluís Pons Llobet, y, a continuación, Santi Soler, que fue detenido, interrogado y torturado y acabó confesando los lugares de encuentro clandestino de sus compañeros. El mismo Santi Soler fue utilizado de trampa por la policía de la brigada politico social de paisano para detener a Xavier Garriga y Salvador Puig Antich. La operación, minuciosamente preparada, se efectuó el 25 de septiembre de 1973 en la esquina entre las calles Girona y Consell de Cent en Barcelona. Los dos anarquistas fueron detenidos en el bar Funicular donde habían quedado con Santi Soler, Jean Marc Rouillan consiguió huir y, a continuación en el portal del número 70 de la calle Girona, tuvo lugar un tiroteo a consecuencia del cual Puig Antich queda malherido y el joven policía Francisco Anguas Barragán resultó muerto.

Fuente: http://www.salvadorpuigantich.info/

"I SI CANTO TRIST", DE LLUÍS LLACH (CANCIÓN ORIGINAL DE 1974): http://www.youtube.com/watch?v=GIfcOnSjfY0

Jo no estimo la por, ni la vull per a demà,
no la vull per a avui, ni tampoc com a record;
que m’agrada els somrís
d’un infant vora el mar
i els seus ulls com un ram d’il·lusions esclatant.

I si canto trist
és perquè no puces
borrar la por
dels meus pobres ulls.

Jo no estimo la mort
ni el seu pas tan glaçat,
no la vull per a avui, ni tampoc com a record;
que m’agrada el batec d’aquell cor que, lluitant,
dóna vida a la morta què l’han condemnat.

I si canto trist
és perquè no puco
blidar la mort
d’ignorats companys.

Jo no estimo el meu cant, perquè sé que han callat
tantes boques, tants clams, dient la veritat;
que jo m’estimo el cant
de la gent del carrer
amb la força dels mots
arrelats en la raó.

I si canto trist
és per recordar
que no és aixídes de fa tants anys.

TRADUCCIÓN AL CASTELLANO "Y SI CANTO TRISTE"

Yo no amo el miedo, ni lo deseo para mañana,
no lo deseo para hoy, ni tampoco como un recuerdo,
pues me gusta la sonrisa
de un niño junto al mar
y sus ojos, como un resplandeciente ramo de ilusiones.

Y si canto triste
es porque no puedo
borrar el miedo
de mis pobres ojos.

Yo no amo la muerte,
ni su paso tan glacial,
no la deseo para hoy, ni tampoco como un recuerdo,
pues me gusta el latido de aquel corazón que, luchando,
da vida a la muerte
a la que lo han condenado.

Y si canto triste
es porque no puedo
olvidar la muerte
de ignorados compañeros.

Yo no amo ni canto, porque sé que han callado
tantas bocas, tantos clamores, que decían la verdad;
Pues yo amo el canto
de la gente de la calle
con la fuerza de las palabras
enraizadas en la razón.

Y si canto triste
es para recordar
que no es así
desde hace tantos años.

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